Las fuerzas políticas kurdas y sunís lanzaron ayer una ofensiva para impedir que el primer ministro de Irak, Ibrahim Yafari, sea designado de nuevo para el cargo. "Los kurdos y los sunís piensan que Yafari no es la persona apropiada y que no pueden formar un Gobierno con él porque no ha adoptado una posición neutra", dijo el diputado kurdo Mahmud Osman.

El desacuerdo es el reflejo de la tensión entre comunidades religiosas. Los últimos episodios de este conflicto fueron un atentado con bomba contra un minibús, que mató a cinco personas en el feudo shií de Ciudad Sadr, y un ataque con ametralladora contra un dirigente suní. El Ejército del Mehdi, del shií radical Moktada al Sadr, advirtió de que asumirá la defensa de esa empobrecida barriada de Bagdad. En los últimos tres días, sólo en Bagdad han muerto al menos 90 personas.