Simona Torretta y Simona Pari son para los italianos "las dos Simonas", dos mujeres valientes "que viajaron a Irak para ayudar a los más necesitados y a los niños". Ambas tienen 29 años y cuando fueron secuestradas trabajaban en la ONG pacifista Un puente para Bagdad, en un proyecto para la rehabilitación de escuelas. Según sus compañeros, formaban un tándem perfecto: Torretta era pasional; Pari, racional.

Torretta está considerada una "veterana" de Irak, donde vive desde 1996, realizando una labor humanitaria. Pari empezó a trabajar en Un puente para Bagdad el 2002. La víspera del secuestro, hablaron con sus familias: les dijeron que no corrían peligro.