El presidente libanés, el prosirio Emile Lahud, hizo ayer un llamamiento a la oposición antisiria a retomar el diálogo para formar un Gobierno de unidad nacional que pueda "salvar el Líbano". Esta fue la reacción de Lahud al atentado con coche bomba que la madrugada de ayer causó 11 heridos y daños materiales en una zona cristiana de Beirut.

Como sucediera con los dos anteriores coches bomba que en menos de seis meses han sacudido el Líbano --el que hirió al diputado opositor Maruán Hamade y el que asesinó al exprimer ministro Rafic Hariri-- nadie asumió la autoría del atentado. Eso sí, la oposición volvió a culpar a Siria de la bomba para probar que su presencia es imprescindible para la estabilidad.

El llamamiento de Lahud es un intento del debilitado presidente para salvar el bloqueo político en el Líbano, sin Gobierno desde que el Ejecutivo liderado por el prosirio Omar Karamé dimitió, tras la muerte de Hariri. Cuando Lahud abrió consultas para un nuevo Gabinete, la oposición no presentó a ningún candidato y Karamé fue nombrado de nuevo primer ministro. Desde entonces, las negociaciones están atascadas, ya que Karamé apuesta por un Gobierno de unidad nacional y la oposición pide un Ejecutivo tecnócrata.

OPOSICION FIRME Como respuesta al llamamiento de Lahud, el líder de la oposición, Walid Jumblatt, exigió de nuevo la renuncia de los jefes de los servicios de seguridad y del presidente. No hubo una negativa a negociar, pero la oposición sigue firme en su postura de que no va a formar parte de un Gobierno que cuente con figuras políticas prosirias en sus filas.