Emmanuel se reunirá con su madre, Clara Rojas, en los próximos días. De momento, el pequeño está en un lugar "altamente secreto", según las autoridades de Bogotá. Muy poco se sabe del niño, cuya existencia se conoció en el 2006. No trascendió hasta el jueves, de boca de la propia Rojas, que Emmanuel vino al mundo el 16 de abril del 2004. Apenas pudo estar con él ocho meses.

Luego, siempre creyó que el niño estuvo con su abuela. Solo en los últimos días se ha podido reconstruir lo ocurrido desde que el pequeño fue separado de su madre hasta que, el pasado 28 de diciembre, los servicios secretos militares colombianos interceptaron una comunicación entre dos miembros de las FARC: "Hay que recuperar al niño en Bogotá".

Cesárea en una trinchera

Emmanuel, fruto de la relación de la rehén con uno de los carceleros, vino al mundo en una trinchera, en medio de un ataque del Ejército colombiano y gracias a una cesárea que Rojas pidió a gritos cuando por una bomba el niño se le desencajó en el vientre. "Era lo más pequeñito, lo más lindo. Lo que más me impactó fue su sonrisa y por supuesto su llanto", recordaba el jueves, ya libre, Rojas. "Se llama Emmanuel, por supuesto. Yo creo que cuando él oiga que vuelvo a llamarle Emmanuel, seguro que recordará algo", afirmó la rehén.

Betancourt tejió la muda

Rojas contó que fue Ingrid Betancourt quien le tejió a Emmanuel su primera muda de ropa y que ella tuvo que permanecer 40 días inmóvil por la grave herida que dejó la cesárea, practicada con un cuchillo de pelar tomates. Fue también en el momento del parto cuando el pequeño se fracturó el brazo, una lesión que le ha dejado secuelas.

A partir de los ocho meses, Clara Rojas no supo más de su bebé. "Le envié muchas cartas al comandante Manuel Marulanda, porque mi preocupación era que el niño estuviera con mi mamá", dijo ayer a Radio Caracol. El grupo guerrillero siempre le dijo que Emmanuel estaba con personas responsables.

En la región tropical de Guaviare, 400 kilómetros al sureste de Bogotá, José Crisanto Gómez, campesino y albañil, sobrevive gracias a pequeños trabajillos y del cultivo de la hoja de coca en la aldea de La Paz, en el municipio de El Retorno. Fue a él a quien, en enero del 2005, las FARC confiaron a Emmanuel, sin decirle nada de su identidad, nada de Clara Rojas. "Llegaron en piragua por el río. Me dejaron al niño. Me dijeron que tenía que llamarlo Juan David, el nombre de su padre guerrillero. Me dijeron que me lo dejaban para que lo curase. Mi suegro es un conocido curandero", relató el propio Crisanto a la revista Semana .

Emmanuel sufría leishmaniosis (una infección cutánea provocada por un insecto) en la cara y tenía un brazo roto. ¿Cuáles son en realidad los lazos de José Crisanto Gómez con las FARC? Es un misterio. En todo caso, bajo una mezcla de amenazas y de promesas de ayuda material que nunca llegó, su mujer y él acogieron al niño. En aquella época, tenía cinco hijos (ahora siete).

En junio del 2005, Crisanto se decidió a llevar al pequeño al centro de salud de El Retorno y después al hospital de la capital del departamento, San José del Guaviare. Además de leishmaniosis y de la fractura del húmero, el pequeño padecía paludismo y malnutrición, según una enfermera. Los servicios sociales del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar (ICBF), que sospechaban de "malos tratos crónicos", retiraron la custodia del pequeño a José Crisanto Gómez, quien se presentó como "tío abuelo" y dijo que la madre había desaparecido y al padre no se le conocía.

Registro civil

El niño fue inscrito en el registro civil como Juan David Gómez, nacido el 20 de julio del 2004. Luego fue transferido a Bogotá. Pero el tío abuelo no dijo nada a las FARC. "Les mentí. Les dije que el niño estaba en casa de una de mis hermanas en Bogotá y que estaba muy bien". Después, "hace tres meses, el comandante Jerónimo me hizo saber que si no lo encontraba rápidamente, toda mi familia iba a pagar por ello". Crisanto ya había tenido algún encontronazo con la guerrilla.

A finales del pasado diciembre, ante las amenazas de las FARC para recuperar a Emmanuel, José Crisanto Gómez huyó con toda su familia a Bogotá, donde permanece acogido al programa especial de protección de testigos.

El desenlace

A todo ello, el 18 de diciembre las FARC prometieron al presidente venezolano, Hugo Chávez, la liberación de tres rehenes, entre ellos Emmanuel y su madre. Pero la intercepción de las comunicaciones del comandante Jerónimo puso a las autoridades sobre aviso de que la guerrilla ya no tenía al niño, lo que permitió su localización y que el presidente Uribe pudiera proclamar que las FARC "mienten". Finalmente, el jueves, Clara Rojas recuperó la libertad, y pronto recuperará a su hijo. Ahora, según dijo, su mayor afán es que vaya a la escuela y que sea operado cuanto antes de su brazo maltrecho.