Ha sido una de las grandes preocupaciones de la prensa y la opinión pública inglesas en los últimos días. ¿Supondrá la marcha de David Cameron el despido de Larry como cazador jefe de ratones del 10 de Downing Street? Todos sus fans ya pueden respirar tranquilos, porque Larry se queda.

“Es el gato de un funcionario, no es el de los Cameron”, ha explicado una portavoz del Gabinete. “Se quedará”. Este miércoles, pues, el felino atigrado será uno de los encargados de recibir a la nueva inquilina, Theresa May, y desde el minuto cero trabajará duro para que en casa de la primera ministra no se cuele ningún ratón.

“¿Alguien conoce a un buen peluquero de gatos disponible para mañana? Necesito causar buena impresión el miércoles”. Así confirmaba Larry, desde su cuenta no oficial de ‘twitter’, la buena noticia.

El gato Larry ha formado parte de la familia Cameron desde el 15 de febrero de 2011, cuando llegó recomendado por el centro Battersea Dogs & Cats Home como mejor opción para acabar con el problema de los roedores en Downing Street. Poco antes, una rata negra había cruzado la entrada de la residencia del primer ministro durante un directo en televisión.

CAZANDO RATONES DESDE 1920

Larry no ha sido el primer gato encargado de cazar ratones en Downing Street. El puesto existe desde los años 20, y el primero en tomar el cargo fue Rufus de Inglaterra. Durante el mandato de Margaret Thatcher y John Mayor, el protagonista fue Humphrey, que llegó a cobrar una pensión de 100 libras (120 euros) al año. Dicen los rumores que, en 1997, la mujer de Tony Blair lo jubiló.

EL GATO MÁS MIMADO

Entre sus múltiples tareas, detallan en la página web oficial del Gobierno, “Larry da la bienvenida a los invitados, inspecciona las defensas de seguridad y prueba la cualidad de los muebles antiguos para hacer la siesta”. Además, dicen, está en la “fase de planteamiento táctico” para encontrar la solución a la presencia de ratones en la casa.

A pesar de que en algunas ocasiones se han puesto en duda sus capacidades de cazador, y de los múltiples desacuerdos con Freya, la gata del canciller de Hacienda George Osbore, Larry es sin duda una de las figuras más amadas de Downing Street. Muestra de ello son los regalos y golosinas que cada día recibe de sus admiradores.

A partir de este miércoles, Larry tendrá que volver a demostrar su valía como cazador de ratones para ganarse la estima de su nueva jefa, Theresa May. Hasta ahora, parece que al gato le gusta el estilo de la nueva primera ministra del Reino Unido. En más de una ocasión se le ha visto observar con atención los zapatos de leopardo de la ya exministra de Interior.

Con todo lo que está por pasar en el Reino Unido a partir de ahora, el testimonio de Larry podría convertirse en una buena segunda parte de su libro 'The Larry Diaries'. Publicado en colaboración con el antiguo periodista de ‘The Guardian’, James Robinson, el cazador de ratones cuenta su experiencia en el 10 de Downing Street durante sus primeros 100 días en el cargo.