Una nueva ley rusa otorga a Vladimir Putin licencia para matar en cualquier momento y en cualquier lugar. La legislación, adoptada en julio, autoriza el asesinato en cualquier país de quienes Moscú considere "extremistas". Solo el presidente puede tomar la decisión y pedir al Ejército o a los servicios especiales en el extranjero la ejecución de elementos que supongan una amenaza o sean catalogados como extremistas. El único requisito es informar en el plazo de cinco días a la Cámara alta del Parlamento. El presidente no tiene obligación de revelar el lugar de la operación ni las unidades implicadas.