El primer ministro italiano, Enrico Letta, ha afirmado que Italia corre un riesgo que puede ser "fatal e irremediable" si cae el Ejecutivo, durante su comparecencia ante el Senado tras la cuál pedirá un voto de confianza para su Gobierno.

Letta ha asegurado que el futuro del país "depende" de los parlamentarios hoy reunidos "y de las decisiones que tomará este hemiciclo, del sí o del no que se dará a la continuidad de su Ejecutivo".

A esta situación se ha llegado después de que el líder del Pueblo de la Libertad, Silvio Berlusconi, pidiera a los cinco ministros de su partido que presentasen su dimisión.

El presidente de este Gobierno de coalición recordó que hace cinco meses, el presidente de la República, Giorgio Napoliano, después de ser elegido por segunda vez en su cargo, pedía responsabilidad, respuestas verdaderas a los italianos y dignidad a las fuerzas políticas.

Letta aseguró que en estos meses el Gobierno de coalición ha trabajado "con espíritu constructivo y se han dado pasos adelante en la comprensión recíproca de las fuerzas políticas pensando sólo en el interés de los italianos". "Los italianos nos gritan que no pueden más de las escenas de sangre y arena", ha agregado.

En referencia a cómo se ha llegado a esta situación, Letta destacó cómo lo que sucede en la Junta de elecciones e inmunidad que se ocupa de la expulsión de Berlusconi tras su condena por fraude fiscal "ha condicionado el debate público".

Letta ha lamentado que el anuncio de dimisión de los parlamentarios del PDL, si se llegaba a la expulsión de Berlusconi, llegase mientras él hablaba de Italia ante la Asamblea de las Naciones Unidas.

Por ello recalcó que "los asuntos judiciales y los trabajos del Parlamento no pueden ser superpuestos" y agregó que aunque todos los ciudadanos tienen derecho a defenderse "en un Estado democrático las sentencias se respetan y se aplican".

Para Letta, "este Gobierno puede continuar viviendo y haciendo cosas buenas con un nuevo pacto", en referencia a las posibles nueva mayoría que puede llegar hoy tras el voto de la cuestión de confianza.

Letta ha asegurado que en estos cinco meses se han adoptado medidas importantes para relanzar la economía y la credibilidad de Italia y aseguró que en 12 meses existen las condiciones de terminar el recorrido de las reformas que se han planteado.

"Una crisis ahora significaría posponer las medidas a favor de los desempleados, de los jóvenes, y volvernos a sentar en el banquillo de los imputados en Europa y en el mundo, que nos acusarían de nuevo de ser incorregibles y de no aprender de nuestros errores", ha agregado.