El tiempo se agota y el Líbano se precipita hacia un vacío de poder teñido de incertidumbre y miedo a un posible estallido de la violencia. "Ultimo día antes de la hora cero: o milagro o el vacío", titulaba ayer el diario An Nahar. Después de más de dos meses de negociaciones entre la oposición --apoyada por Siria e Irán-- y el Gobierno --aliado de EEUU, Francia y Arabia Saudí-- para dar con un candidato de consenso que sustituya al presidente saliente, Emile Lahoud, ambos bloques han sido incapaces de ponerse de acuerdo.

Tampoco ha funcionado hasta el momento la intensa mediación internacional. Pero en el Líbano hay que esperar siempre hasta el último segundo, esta medianoche, cuando concluye el mandato del prosirio Lahoud. Si no se llega al consenso, el país podría acabar con dos gobiernos paralelos y enfrentados.