En medio de unas extraordinarias medidas de seguridad, miles de libaneses acudieron ayer a las urnas para elegir en Beirut y en el feudo cristiano del Metn a los sucesores de los exdiputados progubernamentales y antisirios Walid Eido y Pierre Gemayel, ambos asesinados. Ni siquiera para cumplir con este trámite institucional han podido ponerse de acuerdo los dos bloques políticos en los que está dividido el país. El presidente prosirio y aliado de la oposición, Emile Lahoud, ha anunciado que no reconocerá los resultados de los comicios, convocados por el Gobierno de Fuad Siniora sin su requerida aprobación.

Otro elemento más de tensión para una jornada marcada por una alta participación y la ausencia de incidentes. "La democracia vencerá al terrorismo", dijo Siniora para celebrar la ausencia de atentados o enfrentamientos. Lo más interesante de estas legislativas parciales es el resultado en la circunscripción del Metn, donde los maronitas eligen al sucesor del exministro de Industria y diputado por las Falanges Libanesas, el cristiano Pierre Gemayel, asesinado a tiros en noviembre pasado.

LOS CANDIDATOS Como candidatos concurren su propio padre, el expresidente Amin Gemayel, y, por parte de la oposición, Camil Khoury, dirigente del partido cristiano, y el exgeneral Michel Aoun, aliado de los chiís de Hizbulá. El voto ha estado precedido por una semana de enfrentamientos entre ambas facciones y mítines donde el cruce de acusaciones ha sido la tónica constante pese a las llamadas a la calma del patriarca maronita, Nasralá Burros Sfeir.

El resultado, previsto para hoy, servirá de termómetro para las próximas presidenciales, especialmente para calibrar las posibilidades del exgeneral Aoun, que ya ha anunciado su candidatura, y para analizar la respuesta de su electorado, mayoritariamente antisirio, a su alianza con Hizbulá. Antes del 22 de noviembre, el Parlamento debe elegir entre la comunidad cristiana al sucesor de Lahoud. Pero si no se resuelve antes el cisma político que ha paralizado desde diciembre las instituciones, lo más probable es que sea imposible elegirlo por falta de quórum. Esa situación podría desembocar en dos gobiernos paralelos.

En Beirut, la oposición no ha respaldado a ningún candidato para suceder al suní Walid Eido, asesinado en junio. Y Mohamed Itani, del partido de Saad Hariri, tiene todos los números para ser elegido. No acaban aquí los problemas del Líbano. En el norte, otros tres soldados murieron ayer en el combate contra los yihadistas sunís en el campo de refugiados de Nahr Al Bared.