Liberia, el primer país africano en lograr la independencia, fundado en 1847 por esclavos liberados procedentes de Estados Unidos y del Caribe, pasó página ayer a 14 años de sangrienta guerra civil, durante la cual murieron 250.000 personas y el país se sumió en el desgobierno de los señores de la guerra. Bajo un sol de justicia, más de 1,3 millones de ciudadanos estaban convocados ayer a votar para elegir al jefe del Estado y a los miembros del Parlamento bicameral.

Manneh Weah, delantero centro de 38 años que, durante los años 90, jugó en los equipos de fútbol del Mónaco, Paris Saint Germain y AC Milan, parte como el candidato mejor colocado para hacerse con la presidencia. A tenor de las multitudes que ha logrado congregar Weah durante la campaña electoral, su principal rival entre los restantes 21 contendientes, Ellen Johnson Sirleaf (66 años), una exministra y economista que trabajó en la Organización de Naciones Unidas (ONU) y en el Banco Mundial, tiene escasas opciones para salir vencedora.

Entre el resto de candidatos figuran empresarios poco conocidos y antiguos señores de la guerra que comparten la misma ambición de ser el próximo ocupante de la Executive Mansion , el palacio presidencial.

"UN GRAN DIA" "Este es un gran día; éste es el día en que el pueblo pone en práctica sus derechos democráticos, por vez primera, sin temores", dijo Weah en el momento de depositar su voto en Monrovia, la capital. "Como podéis ver, los liberianos votan hoy sin temor; nadie piensa más en la guerra", resumió.

Johnson-Sirleaf, por su parte, fue una de las primeras ciudadanas en votar en Tubmanburg, al norte de Monrovia. Con la cabeza protegida con una gorra de béisbol, Johnson- Sirleaf no quiso ocultar su satisfacción ante la celebración de los comicios: "Estoy feliz por el pueblo liberiano; están cansados de destrucción", declaró. Tanto Weah como Johson-Sirleaf se mostraron dispuestos a integrar en sus respectivos equipos al que salga derrotado.

AMBIENTE DE NORMALIDAD La campaña y la jornada electoral transcurrieron en un ambiente de normalidad. Un total de 15.000 cascos azules garantizan la seguridad del país desde octubre del 2003.

El jefe de la misión de observadores electorales en Liberia de la UE, Max van den Berg, destacó la masiva afluencia a las urnas durante la jornada. "Algunas mesas tuvieron problemas para constituirse porque la gente está preocupada de que se haga todo perfectamente", dijo.