El Tribunal Supremo de Libia confirmó ayer las condenas a muerte de las cinco enfermeras búlgaras y del médico palestino declarados culpables de contagiar deliberadamente el virus del sida a 426 niños libios, de los cuales 56 ya han fallecido. "Este tribunal rechaza la apelación de la defensa y confirma las penas de muerte", sentenció el juez Fathi Dhan en una audiencia judicial a la que no asistieron los acusados.

Los seis sanitarios fueron condenados a la pena capital en el 2004 por haber contagiado en el Hospital Pediátrico de Bengasi el sida a 426 niños. Las penas fueron dictadas en base a las confesiones de dos de las enfermeras que, después, aseguraron haber sido torturadas para declararse culpables. La sentencia fue revocada un año después, pero en el 2006 fue confirmada de nuevo, por lo que el veredicto de ayer era la última posibilidad de apelación.

La sentencia de ayer agota la vía judicial en el caso. No obstante, ahora deberá ser evaluada por el Consejo Judicial Superior de Libia, una institución política controlada directamente por el régimen de Muamar el Gadafi. El consejo está integrado por nueve miembros y dirigido por el ministro de Justicia, que puede confirmar, revocar o conmutar las penas. Este organismo tiene previsto reunirse el próximo lunes.

Si las condenas se conmutan por penas de cárcel, se podrá aplicar el convenio jurídico vigente entre Bulgaria y Libia, lo que permitiría que las enfermeras y el médico palestino, a quien recientemente se concedió la ciudadanía búlgara, puedan ser trasladados al país balcánico.

EXPERTOS INTERNACIONALES Las autoridades búlgaras defienden la inocencia de los condenados. Una inocencia que ha sido confirmada además por expertos internacionales, que aseguran que la epidemia de sida estuvo causada por las condiciones de insalubridad en el Hospital Infantil de Bengasi.