La hermética Libia vive este jueves una jornada de protestas contra el régimen de Muammar Gaddafi en lo que han bautizado como el día de la ira. A través de las redes sociales, los opositores han convocado a la población a concentrarse en el centro de Trípoli y permanecer en la calle hasta lograr la caída del régimen. Será esta una jornada de tensa, dado que el Gobierno libio se destaca por su política represiva. En la jornada del miércoles, las manifestaciones en Trípoli se saldaron con tres muertes y al menos 38 heridos, aunque fuentes de la oposición y de oenegés libias han informado este jueves que en la ciudad de Al Baida murieron cuatro manifestantes. Los activistas se han movilizado a través de las redes sociales, aunque está por ver la cantidad de personas que acude a la protesta en un país acostumbrado a sofocarlas. De hecho, en las manifestaciones del miércoles, los opositores no solo tuvieron que hacer frente a la policía, sino a partidarios de Gaddafi. Temor a una masacre "Desde cada plaza de nuestro querido país, la gente debe unirse en una ciudad y en una plaza para asustar al régimen y a sus seguidores y forzar su huida porque son unos cobardes", escribe un cibernauta llamado Mustafa. Por su parte, Amnistía Internacional ha reclamado a las autoridades que permitan las protestas pacíficas y les han instado a no actuar con mano dura. AI teme que el día de la ira acabe en una masacre como la que ocurrió justo hace cinco años en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la población frente al consulado italiano de la ciudad de Bengasi. Los analistas se muestran escépticos ante la posibilidad de que en Libia triunfe una revolución popular, como ha ocurrido en Túnez y Egipto, porque, a pesar de que la población denuncia las mismas carencias, en su caso el Gobierno es capaz de revertir la situación gracias a los beneficios obtenidos del petróleo.