El presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, el republicano John Boehner, rechazó hoy las explicaciones del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la intervención en Libia, y afirmó que esos argumentos "no pasan la prueba de decirlos con seriedad". Boehner respondía así a un documento que la Casa Blanca envió al Congreso el miércoles en el que se exponen los argumentos del Gobierno para participar en la intervención sin contar con la aprobación explícita del Legislativo. La Casa Blanca alega que EEUU desempeña un papel de apoyo en la misión encabezada por la OTAN, por lo que no afronta las "hostilidades" que requerirían la aprobación del Congreso como si se tratara de un conflicto bélico al uso. La Ley de Poderes de Guerra, aprobada en 1973 pero cuya constitucionalidad nunca ha sido reconocida explícitamente por ninguna Administración estadounidense, establece que una participación militar en el extranjero que dure más de 60 días, prorrogables por 30 más, debe recibir la autorización del Legislativo en ese plazo. Dado que la campaña para proteger a los civiles libios e imponer una zona de exclusión aérea comenzó el 18 de marzo, los 90 días se cumplen el próximo domingo. Este martes, Boehner envió a Obama una carta en la que subrayaba que si para entonces el presidente no había recibido el visto bueno del Congreso debería retirar las tropas so pena de infringir la ley. Según explicó hoy el presidente de la Cámara de Representantes en una rueda de prensa, el argumento de que las fuerzas estadounidenses no se enfrentan a hostilidades es falaz. "Hay ataques con aviones no tripulados. Nos estamos gastando 10 millones de dólares al día, parte de un esfuerzo para lanzar bombas contra la residencia del líder libio, Muamar el Gadafi", alegó. "A mi juicio, decir que no estamos en medio de unas hostilidades no pasa la prueba de intentar decirlo con seriedad", sostuvo. El político republicano recordó también la posibilidad de que la próxima semana la Cámara de Representantes tome medidas para limitar los gastos en esta operación militar. Según la Casa Blanca, hasta el momento la intervención en Libia ha costado 715 millones de dólares a los contribuyentes y esa cifra se elevará a 1.100 millones en septiembre. En el documento enviado al Congreso, la Casa Blanca indica que si EEUU abandonara su participación en las operaciones de la OTAN en Libia "minaría seriamente la capacidad de la alianza para llevar a cabo su misión de proteger a los civiles". La Administración estadounidense argumenta que la misión internacional en Libia ha permitido evitar una matanza de civiles y ha dado tiempo al pueblo y a la oposición libias a organizarse. También recuerda que Obama ha cumplido su promesa de no desplegar tropas sobre el terreno. EEUU, que en los primeros días de la intervención lideró la misión, ha entregado desde entonces el mando a la OTAN y desempeña ahora tareas de apoyo, centradas entre otros aspectos en la vigilancia. Un grupo de 10 miembros de la Cámara de Representantes presentó este miércoles una demanda contra Obama por haber decidido la intervención de EEUU en este operativo internacional sin pedir la autorización del Congreso. Uno de los impulsores de la demanda es el congresista Denis Kucinich, un demócrata de ideales antibélicos que explicó en un comunicado que el objeto de la medida era "desafiar los intentos del Ejecutivo de eludir al Congreso y de usar organizaciones como la ONU y la OTAN para autorizar el uso de fuerza militar en el exterior, en violación de la Constitución". Pese a las diferencias entre la Cámara Baja y el Ejecutivo, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, expresó el miércoles su confianza en que los legisladores seguirán apoyando la misión militar, cuyo objetivo es proteger a los civiles libios y hacer que el coronel Gadafi "pague por sus actos".