La guerra de Irak estuvo justificada, al haberse conseguido la caída y la captura de Sadam Husein y haberse iniciado la transición política hacia un sistema democrático. Este fue el mensaje que pensaba transmitir George Bush para justificar un conflicto bélico en el que ya han muerto 501 soldados estadounidenses. Bush pretendía además enmarcar la decisión libia de abandonar su programa de armas no convencionales como resultado de la guerra de Irak.