Corea del Norte nombró ayer general del Ejército con rango de cuatro estrellas a Kim Jong-un, hijo menor del dictador Kim Jong-il. Según los expertos que gestionan los arcanos de la política norcoreana, el nombramiento le certifica como relevo en la única dictadura comunista hereditaria. La decisión se hizo pública horas antes del inicio de la reunión extraordinaria del Partido de los Trabajadores, en la que ya ha sido ratificado su padre como secretario general. Poco más se sabe de un cónclave que se celebra por primera vez en 44 años. La convocatoria, según apuntan los expertos, se explica por la necesidad del actual líder de acelerar el proceso hereditario debido a su salud precaria. Los rumores sobre la sucesión se dispararon con la apoplejía que dos años atrás sufrió Kim Jong-il, de 68 años y supuestamente diabético.

Por primera vez la prensa norcoreana mencionó ayer al supuesto sucesor, Kim Jong-un, con una edad aproximada de 27 años y del que solo se conoce una foto de adolescencia, aunque los escolares ya llevan meses estudiando su biografía, repleta de gestas bélicas.