Todo parece indicar que tanto Al Fatá como Hamás dejan de pretender hallar una solución pacífica a sus disputas y se centran en el combate. Por ello, el presidente palestino Mahmud Abbás (alias Abú Mazen) decidió ayer ilegalizar a los 6.000 miembros de la Fuerza Ejecutiva, el cuerpo de policía creado por Hamás en abril, "a menos que se integre inmediatamente en el aparato de seguridad" controlado por la presidencia.

Los islamistas de Hamás anunciaron que aumentarán hasta 12.000 sus miembros.

La medida, de hecho, llega un día después de conocerse que Estados Unidos prepara el envío de 86 millones de dólares para reforzar a las fuerzas presidenciales de Al Fatá, enzarzadas en una violenta lucha de poder con Hamás.