La Liga Norte de Umberto Bossi pone condiciones. Consciente de que fue determinante para la mayoría absoluta conseguida en los recientes comicios por los conservadores del Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, ha presentado sus requisitos: tres ministros y un vicepresidente en el próximo Gabinete.

El coordinador del partido, Roberto Calderoli, que ganó popularidad tras ponerse una camiseta con las viñetas de Mahoma que desataron la ira de los musulmanes en todo el mundo, será ministro o vicepresidente. Calderoli expuso ayer sus condiciones: "Que los sindicatos y la patronal dejen de funcionar como partidos políticos y la oposición pacte tres años de tregua para realizar las reformas necesarias". Berlusconi, que ultimaba su Ejecutivo, ha tenido que dar marcha atrás.

Los electores no solo han dado la mayoría absoluta a Berlusconi, sino que han convertido en extraparlamentarios a comunistas, socialistas, ecologistas y católicos moderados. Una parte de los votos a los partidos desaparecidos han pasado a los progresistas, pero la mayoría han ido a la Liga Norte, ganadora en las regiones rojas del centro.

SEISMO ELECTORAL El terremoto electoral ha borrado del mapa a más de 20 formaciones y ha consagrado el bipartidismo entre el progresista Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni y el PDL de Berlusconi. La Liga ha colaborado en la victoria de Berlusconi con 60 diputados y 25 senadores. Mientras Berlusconi ha perdido un millón de votos, la Liga ha crecido en 1,3.

El análisis de Calderoli sobre el resultado electoral es parecido al que están haciendo sociólogos, historiadores y psicólogos. Todos intentan explicar por qué la Liga, tachada de xenófoba y secesionista, ha desbaratado tantos fortines electorales. "El voto no ha causado solo un cataclismo electoral, sino que ha modificado las leyes de la política, donde las viejas categorías ya no tienen sentido porque nos encontramos a un evento histórico y revolucionario", dice Calderoli.

VOTO TRABAJADOR Los votos de la Liga provienen de "empleados y de obreros", según Daniele Marini, de la Fundación Noreste de la Universidad de Padua, que recuerda que "el 58% de los empresarios de aquella región son exobreros, que temen la globalización y piden pragmatismo". Stefano Draghi, experto en estadística, explica que después de la disolución del Partido Comunista (PCI) en la década de los años 80, "solo la Liga cuenta ahora con estructuras en todos los pueblecitos y ciudades".

Le apoya Marco Revelli, comunista y profesor de Ciencias Políticas, que afirma: "La Liga ha inventado una fuerte relación con el territorio que ha atraído el voto obrero, y si las izquierdas han desaparecido es porque no han sabido gobernar". El profesor añade que "en el nuevo espacio público diseñado por la globalización y por los medios de comunicación, derecha e izquierda ya no resisten". "Vence quien sabe interpretar los intereses locales", apunta Giuseppe De Rita. Según todos estos expertos, Italia sería en este momento "un país asustado, que teme perder el bienestar y transformarse en la Argentina de Europa".