La influencia del llamado efecto Clegg se ha dejado sentir especialmente en los jóvenes británicos que votarán por primera vez en las elecciones del próximo mes de mayo.

Un sondeo realizado el 1 de abril, al comienzo de la campaña, mostraba cómo el apoyo a los tories de los electores de entre 18 y 34 años se situaba en el 37%. Los laboristas obtenían el 31% y los liberal demócratas, el 20%. La situación ha cambiado radicalmente después de la presentación de los programas y del debate televisado. Los ciudadanos más jóvenes sitúan a los liberal demócratas encabezando sus preferencias con un destacado 41%, mientras los laboristas bajan al 28% y los conservadores quedan relegados a la tercera posición.

El mensaje de la "gran sociedad", pregonado por Cameron, no parece tener mucho eco en los campus universitarios. Su participación en el debate ha sido tachada de mediocre. La incidencia de este giro en las encuestas puede ser relativa en las urnas porque los más jóvenes son también los que menos votan.

Solo algo más de la cuarta parte de los electores menores de 24 años se decide a depositar la papeleta. Esta será, sin embargo, la primera elección en el Reino Unido que se celebre en medio del fenómeno de las redes sociales. Su clientela es joven y en la designación de Obama en EEUU jugaron un gran papel.