Los servicios secretos del Reino Unido están convencidos de que el envenenamiento del exespía ruso Alexander Litvinenko fue autorizado por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB), afirma hoy The Times. Según ha podido saber ese periódico británico de fuentes de los servicios secretos, el FSB orquestó un "complot muy complejo" y es posible que utilizase a algunos de sus exagentes para llevar a cabo la operación en Londres.Litvinenko murió el pasado 23 de noviembre en Londres por una elevada dosis de una sustancia radiactiva conocida como polonio 210. "Sabemos cómo opera en el extranjero el FSB y, teniendo en cuenta las circunstancias de la muerte de Litvinenko, el FSB es el primer sospechoso", ha dicho una fuente del espionaje al diario.La participación de un exagente del FSB hizo más fácil llevar a Litvinenko a mantener reuniones en varios lugares de Londres y evitar así que el Kremlin estuviera directamente implicado en el complot, destaca el matutino británico. Los servicios secretos británicos creen que sólo agentes del FSB podían obtener una cantidad importante de plutonio 210, afirma.Mensaje a amigos y aliadosThe Times puntualiza que el MI5, servicio de contraespionaje británico, y el MI6, de espionaje, trabajan estrechamente con Scotland Yard en la investigación. Una fuente policial ha dicho al periódico que el método utilizado para matar a Litvinenko tenía la intención de enviar un mensaje a sus amigos y aliados.El pasado 1 de noviembre, cuando el antiguo espía enfermó, éste se reunió con tres rusos en un hotel de Londres y con Mario Scaramella, un contacto suyo, en un restaurante japonés. Scaramella está ingresado en un hotel de Londres tras dar positivo a unas pruebas de polonio 210. Nueve detectives de Scotland Yard están hoy en Moscú para entrevistar a varias personas en relación con la muerte de Litvinenko.El antiguo espía, muy crítico con el presidente Vladimir Putin, fue coronel del FSB y residía desde el 2001 como refugiado en el Reino Unido, donde el Gobierno le había concedido la nacionalidad británica. Antes de morir Litvinenko acusó al Kremlin de haberle envenenado.