Después de emplear la estrategia militar y diplomática, el Reino Unido refuerza ahora sus armas culturales en Oriente Próximo y Asia. El British Council, el organismo estatal encargado de promover en el extranjero la lengua inglesa y la educación británica, ha anunciado un drástico recorte de su red en Europa para potenciar su influencia en los países islámicos.

El objetivo es "invertir en zonas del mundo como Oriente Próximo, donde las relaciones culturales pueden significar una contribución de primer orden para la prosperidad y la seguridad del Reino Unido", según señala el nuevo director general del British Council, Martin Davidson. La promoción interesada de los valores británicos en zonas donde el Gobierno de Tony Blair afronta una hostilidad creciente trata de "aumentar la confianza" y abordar "los nuevos desafíos a los que se enfrenta el mundo", según Davidson.

Recorte en Europa"Nosotros trabajamos para servir a las prioridades de Gran Bretaña y esa prioridad es Oriente Próximo, donde queremos intentar llegar a la gente joven", ha señalado por su parte Rob Lynes, director del British Council para Oriente Próximo. El plan, que se desarrollará a lo largo de los próximos tres años, implicará una inversión de 30 millones de euros.

Al mismo tiempo el Gobierno reducirá en un tercio el presupuesto dedicado a Europa, lo que acarreará el cierre de 10 centros, entre los que se encuentran los de Alemania, Finlandia, Hungría, Eslovenia, Austria y Bulgaria. Las sedes del British Council en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Palma seguirán abiertas, aunque se unificarán los centros de información y las bibliotecas.

El uso de internet sustituirá parte de la estructura de información. "Cambiando la forma de trabajar podemos tener un mayor impacto empleando menos dinero", afirma Davidson.

Irak y Afganistán serán dos de los 50 países en los que aumentarán un 50% los recursos destinados. En los últimos meses el British Council ha abierto una oficina en Argelia y pronto lo hará en Libia, aunque tuvo que cerrar la representación en la franja de Gaza hace un año, cuando los palestinos, furiosos por los bombardeos de Israel, le prendieron fuego.

En Pakistán, el programa Reconnect trata de concebir proyectos comunes con las madrasas, las escuelas coránicas, donde se produce la radicalización de alumnos que terminan en las filas del terrorismo islámico. Algunos de estos jóvenes fueron los autores de los atentados de Londres en el verano del 2005. "Muchos aspectos de nuestra sociedad son muy atractivos para la gente del mundo islámico, pero hay una falta creciente de confianza", afirma Davidson. En esta nueva etapa, el British Council colaborará con la Casa Arabe de España y el Institut du Monde Arabe de París.