El Reino Unido anunció ayer la expulsión de un diplomático de la Embajada de Israel en Londres por el uso fraudulento de 12 pasaportes británicos utilizados por los miembros del comando que asesinó en Dubái al líder palestino de Hamás, Mahmud al Mabhuh, cuyo cadáver fue hallado el pasado 20 de enero. "Hemos llegado a la conclusión de que existen datos convincentes para creer que Israel es responsable de la utilización abusiva de los pasaportes británicos", declaró en la Cámara de los Comunes el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, tras conocer los resultados de las investigaciones realizadas por una unidad especial de la policía de élite británica.

Los agentes de la British Serious Organised Crime Agency (SOCA) viajaron las últimas semanas a Israel en busca de pruebas. A la vista de sus informes, Miliband considera al Mossad, los servicios secretos israelís, como posibles autores del montaje. "Dado que se trató de una operación muy sofisticada, en la que se emplearon falsificaciones de alta calidad, el Gobierno considera que es muy posible que esas falsificaciones fueran hechas por los servicios de inteligencia del Estado", señaló.

"Se trata de un asunto extremadamente serio. El mal uso de esos pasaportes britá- nicos es intolerable", agregó. El hecho de que el incidente haya ocurrido con un país aliado y amigo "solo agrava las cosas", si bien Miliband puntualizó que "la cooperación y el diálogo estratégico entre nuestros dos países son vitales, muy importantes y queremos que continúen".

En Tel-Aviv, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, "lamentó" la sanción y acusó a las autoridades de haber actuado, "sin haber presentado una sola prueba de la implicación israelí en este caso". Israel, sin embargo, no responderá al gesto del Ejecutivo de Londres con la expulsión de un diplomático británico.