A la vista de que arrecian las denuncias por parte del régimen iraní de la supuesta injerencia de Occidente --y en particular del Reino Unido-- en la crisis, Londres decidió ayer curarse en salud. Y anunció que repatriará a los familiares del personal de su embajada en Teherán "hasta que la situación mejore". El Ministerio de Exteriores iraní aseguró que va a "reconsiderar" sus relaciones con Francia, el Reino Unido y Alemania. La Unión Europea llamó a Teherán a "resolver la crisis mediante un diálogo democrático".