Las conversaciones sobre la nueva relación post-brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea llevan meses estancadas. Las cuatro rondas celebradas desde que el país abandonara el club, el pasado 31 de enero, han desembocado en escasos avances y la videoconferencia de balance de ayer entre el primer ministro británico, Boris Johnson, y los presidentes de las tres instituciones europeas —Comisión (Ursula von der Leyen), Consejo (Charles Michel) y Parlamento Europeo (David Sassoli)— tampoco ha servido para desencallar de momento el proceso.

Tal y como lo hizo el viernes su canciller Michael Gove, Johnson aprovechó la cita para advertir de que Londres no pedirá una prórroga de las negociaciones —la fecha límite para hacerlo es el 30 de junio— y ambos bloques admitieron que es necesario dar «un nuevo impulso». El nuevo calendario incluye conversaciones semanales en julio y agosto.