Los ministros de Defensa de la OTAN mantuvieron ayer sus diferencias sobre si las tropas internacionales deben aumentar su papel en la lucha contra la producción de opio y heroína que financia a los talibanes, tal como les pidieron Estados Unidos y el propio Gobierno afgano.

En la reunión de titulares de Defensa de los 26 países miembros, el comandante de operaciones de la Alianza, general John Craddock, pidió autorización para poder atacar a los laboratorios, a las redes de narcotráfico y a los señores de la droga para poner fin a un negocio que ayuda a financiar a la insurgencia talibán. Pero varios países, liderados por Alemania y entre los que está España, se mostraron reacios a extender el papel de las fuerzas de la OTAN, que tienen como misión crear condiciones para que las autoridades afganas puedan asumir su responsabilidad en materia de seguridad.

Según un portavoz de la Alianza, el ministro de Defensa afgano, Abdul Rahim Wardak, apoyó la petición de Craddock. El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, subrayó que, con el tráfico del opio y la cocaína, los talibanes reciben cada año entre 60 y 80 millones de dólares (casi entre 44 y 60 millones de euros).

CONDICIONES El ministro de Defensa alemán, Franz Josef Jung, señaló que Alemania estaría dispuesta a colaborar pero que cualquier operación tiene que ser liderada por los afganos. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, reconoció que se trata de "un asunto muy complejo", pero señaló que hay que actuar porque el dinero de la droga se utiliza para comprar armas que después matan a soldados de la OTAN.

En Washington, el general David Petraeus, nuevo jefe del Mando Conjunto Central de EEUU, abogó por iniciar un diálogo con los talibanes para reducir la violencia. "Si hay personas dispuestas a reconciliarse con el Gobierno, eso sería un paso positivo en algunas áreas", afirmó. En Budapest, Gates pareció darle la razón e insinuó que EEUU estaría dispuesto a reconciliarse con los talibanes --no con Al Qaeda--, si el Gobierno afgano mantenía con ellos conversaciones para acabar con la guerra. "Tiene que haber reconciliación como parte de la salida política". En lo que los aliados sí se pusieron ayer de acuerdo es en enviar buques de guerra a las aguas próximas a Somalia para proteger de la piratería a los barcos que llevan a ese país ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU. La operación estará coordinada con la Unión Europea.

La ministra de Defensa española, Carme Chacón, mantuvo un encuentro con su homólogo Robert Gates. El jefe del Pentágono le dijo que "aprecia profundamente" el trabajo de España en Afganistán y en Kosovo.

Por otra parte, el borrador de un informe de las agencias de espionaje estadounidense sobre la situación en Afganistán ha hecho saltar todas las alarmas en Washington. El documento confidencial advierte de que ese país se encuentra en una "espiral hacia abajo" y plantea serias dudas sobre la capacidad del Gobierno afgano para atajar la creciente influencia de los talibanes, según filtraciones obtenidas por los diarios The New York Times y The Washington Post .

El documento advierte, según el Times , de que Afganistán se encuentra al borde del colapso, "tanto por el incremento de la violencia como por la corrupción rampante dentro del Gobierno de Hamid Karzai".