BRASILIA. Tres meses después de haber asumido la presidencia de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva cumplió su primera promesa y aumentó en un 20% el salario mínimo, que pasa de 220 a 240 reales (de 59 a 64 euros, cerca de 11.000 pesetas) mensuales. La medida beneficia a la mitad de los trabajadores y a dos tercios de los jubilados. A. G.