Es, sin duda, el diagnóstico de un buen amigo: una salud "impecable", una lucidez "increíble" y preparado para volver a asumir el liderazgo político. Así vio el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al presidente de Cuba, Fidel Castro, tras una entrevista de más de dos horas en La Habana que puso punto y final, el martes, a la visita del mandatario brasileño a la isla.

La valoración de Lula llega días antes de la celebración, el domingo, de las elecciones parlamentarias a las que Fidel Castro comparece para ser elegido diputado de la nueva Asamblea Nacional, lo que deja intacta la posibilidad de renovar su mandato como presidente.

"Pienso que Fidel está listo para asumir el papel político que tiene en Cuba y asumir el papel político que tiene en la historia del mundo globalizado y de la humanidad", dijo Lula.

Lula bromeó con la gran locuacidad de Fidel al asegurar que había copado dos horas de la conversación. Pero, paradójicamente, el propio Fidel escribió ayer en un artículo de "reflexiones", vía por la que ahora se dirige a los cubanos con frecuencia, que no tiene "la capacidad física necesaria" para hablar en público y que, por lo tanto, escribe.

El papel que cumplirá Fidel Castro en el futuro es una incógnita que se desvelará cuando la nueva Asamblea se constituya a finales de febrero.