Con el voto en contra de EEUU, la Asamblea General de la ONU aprobó ayer, por abrumadora mayoría, la creación del Consejo de Derechos Humanos, el organismo que sustituirá a la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, muy desprestigiada.

EEUU fue uno de los cuatro países que se opusieron al nuevo consejo, aprobado por 170 de los 191 países que componen las Naciones Unidas. Junto a EEUU, Israel, Palau y las Islas Marshall se pronunciaron en contra del nuevo órgano, mientras que Irán, Venezuela y Bielorrusia se abstuvieron.

El nuevo consejo se reunirá periódicamente durante todo el año, en lugar de sólo seis meses, como la antigua comisión. Frente a los 53 miembros que constituían el antiguo órgano, el consejo tendrá sólo 47 y su creación constituye "una oportunidad única" para mejorar el mecanismo en la ONU que se encarga de defender los derechos humanos, según palabras del presidente de la Asamblea General, el embajador de Suecia, Jan Eliasson.

Los miembros del nuevo consejo serán elegidos por mayoría en la Asamblea General de la ONU, pero podrán ser suspendidos si cometen abusos sistemáticos de los derechos humanos.