El proyecto del Gobierno francés de reformar el sistema de pensiones ha logrado cristalizar el malestar de numerosos colectivos que, en las últimas semanas, se han ido sumando a la huelga general convocada hoy por los sindicatos del transporte para oponerse a la desaparición de los regímenes especiales de jubilación. Abogados, personal sanitario, profesores, sector energético, refinerías, policías y estudiantes secundarán una movilización que incluso el Gobierno prevé duradera. Todos los partidos políticos de oposición, salvo la derecha de Los Republicanos, apoyan una huelga que amenaza con convertir la jornada en un auténtico jueves negro. En París cerrarán 11 líneas de metro, más que durante el paro que colapsó la capital el pasado 13 de septiembre, y solo habrá un tercio de los tranvías y de los autobuses. En el caso de la compañía nacional de ferrocarril (SNCF), la previsión es que circule solo uno de cada 10 trenes de alta velocidad, mientras que el 80% de los regionales se han anulado. Se espera un 55% de huelguistas en la educación Infantil y Primaria. Habrá 245 manifestaciones en todo el país.