El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió ayer que el Estado seguirá luchando sin descanso frente al terrorismo islamista, pero pidió a los franceses «movilizarse y actuar» porque, a su juicio, las instituciones no serán suficientes «para llegar hasta el final de la hidra islamista». «No ganaremos salvo si nuestro país se levanta para luchar contra este islamismo subterráneo. Una sociedad de vigilancia es lo que tenemos que construir», dijo en el homenaje a los cuatro policías muertos el 3 de octubre en la prefectura de París a manos de un colega radicalizado. Macron juzgó «inconcebible e inaceptable» que un individuo impregnado de tal ideología pudiera trabajar en la Dirección de Información, un servicio encargado precisamente de la lucha antiterrorista, prometió que se arrojará luz sobre lo ocurrido y que se depurarán responsabilidades para evitar que pueda repetirse.