El Gobierno de Mali anunció este jueves la liberación de cuatro rehenes, la francesa Sophie Pétronin, dos ciudadanos italianos y el dirigente político maliense Soumaila Cissé. Los tres europeos ya están de camino a sus respectivos países y el presidente francés, Emmanuel Macron, tenía previsto recibir este viernes a Pétronin.

Estos rehenes estaban en manos del Frente de Apoyo Al Islam y los Musulmanes (GSIM), una alianza de grupos yihadistas afines a Al Qaeda. Todos fueron secuestrados en los últimos cuatro años, aunque en circunstancias diferentes.

Fin a años de detención

La francesa Sophie Pétronin, de 75 años, fue capturada el 24 de diciembre del 2016 en Gao (norte de Mali), donde vivía y dirigía desde hacía años una organización de ayuda a la infancia. Macron habló por teléfono con ella el jueves y anunció en Twiter: "Acabo de intercambiar unas palabras por teléfono con Sophie Pétronin. Qué alegría haber escuchado su voz y saber que ahora está a salvo! La recibiré mañana (viernes) a su regreso a Francia".

La exrehén llegó a Bamako, primera parada de su regreso, este jueves, donde la recibió su hijo, Sebastien Chadaud-Pétronin. El hombre luchaba desde años para que no se olvidara a su madre.

El cura italiano Pier Luigi Macalli fue secuestrado el 17 de septiembre del 2018 por hombres armados en su domicilio, cerca de la frontera con Burkina Faso. El otro italiano, Nicola Chiacchi, desapareció en el norte de Mali en febrero del 2019.

Soumaila Cissé, por su parte, que quedó segundo en tres ocasiones en elecciones presidenciales, fue secuestrado el 25 de marzo del 2020 cuando hacía campaña para los comicios legislativos en la región de Tombuctú (noroeste).

Liberación de prisioneros

La liberación de los rehenes ha coincidido con la puesta en libertad entre el domingo y el martes de unos 200 prisioneros, según las autoridades malienses. El Gobierno de transición de Mali, instalado desde hace unos días por las nuevas autoridades militares de Bamako, se cuelga esta medalla aunque no queda claro el papel que ha jugado el cambio político para desbloquear una situación tras años de esfuerzos.

Los detalles de la operación, la identidad de las decenas de prisioneros y las repercusiones en las relaciones entre el poder y el GSIM son desconocidas.

El conflicto en Mali dura desde el 2012 y ha derivado en una espiral de violencia. Junto con las tensiones intercomunitarias, ha causado miles de muertos civiles y militares y se ha propagado a los vecinos Burkina Faso y Níger. Las fuerzas francesas e internacionales combaten en la región desde el 2013.