El presidente francés, Emmanuel Macron, presentó ayer las líneas generales de la política de seguridad interior. Buena parte de su discurso lo dedicó a la lucha contra el terrorismo, una «amenaza endógena» y de naturaleza cambiante frente a la que el Estado, dijo, debe adaptar su respuesta si quiere ser eficaz. Macron desveló que, en lo que va de año, se han abortado 13 atentados, lo que ha permitido salvar «decenas o incluso cientos de vidas».

Cuando llegó al palacio del Elíseo, una de las primeras medidas del presidente fue crear un servicio de Coordinación Nacional de Información de lucha contra el terrorismo.

Macron aborda ahora una nueva etapa con la adopción de un plan de lucha contra la radicalización. Antes de finales de año se elaborará una lista de territorios que son terreno fértil para el triunfo de las tesis yihadistas y que verán la seguridad reforzada.