María del Carmen Docampo Vázquez, madre de José Manuel Cendón, el fotoperiodista de 34 años secuestrado en Somalia, vive pendiente de una llamada de teléfono que confirme sus esperanzas de que la desaparición de su hijo tendrá un desenlace rápido y feliz. Ayer todavía nadie se había atribuido el secuestro ni había dado explicaciones del paradero de los dos reporteros que se hallan presuntamente en manos de piratas somalís.

"Mi hijo es un valiente, pero estos también caen". Con esta dramática frase respondía, ayer por la tarde, María del Carmen a este diario desde Santiago de Compostela. "Siempre le ha gustado estar donde hay peligro", añadía. Con más optimismo se expresaba su hermana, Julia: "Conociéndole, sé que saldrá de allí incluso con una entrevista a sus secuestradores".

Cendón intentaba contactar con los piratas que secuestran barcos en la costa de Somalia, según explicó a su familia. Ante la inquietud de los suyos, les dijo: "No os preocupéis, esta gente solo quiere dinero". El lunes, les dijo que daba por terminado el trabajo y que estaba a la espera de volver a Adís Abeba, en Etiopía, su actual residencia, desde la que cubre los conflictos del Cuerno de Africa y de la región de los Grandes Lagos.

Según informó ayer Bile Mohamud, portavoz de la Presidencia del Gobierno autónomo de Puntlandia, Cendón y el periodista británico Colin Freeman fueron secuestrados por sus tres traductores somalís. Los secuestraron el miércoles, cuando iban al aeropuerto, tras siete días en Bosasso, la capital de Puntlandia, elaborando un reportaje sobre la piratería para el diario británico The Daily Telegraph .

Los captores aún no habían pedido ayer ningún rescate, según dijeron tanto Mohamud como el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Este destacó que ya han empezado las gestiones para buscar una solución "rápida" y "segura" a fin de liberar a los dos periodistas, y que la Embajada de España en Kenia está en contacto con las autoridades de Puntlandia.

Como freelance (independiente) Cendón se dedicó de lleno al fotoperiodismo en zonas de conflicto. En la actualidad, una decena de fotógrafos españoles trabajan en zonas de conflicto.