La sede de la delegación española en el Consejo de la UE sirvió ayer para un encuentro entre José Luis Rodríguez Zapatero, Jacques Chirac y Gerhard Schröder, en el que los tres líderes hicieron una exhibición de unidad en un escenario mundial marcado por la reelección de George Bush. En la reunión, el presidente de Francia y los primeros ministros de España y Alemania repasaron la situación internacional y coincidieron en la necesidad de tender puentes con Washington, pero desde una Europa fuerte y con voz internacional propia.

En ese contexto inscribió Zapatero el plan para Oriente Próximo de la UE. Como muestra de su sintonía con Chirac y Schröder, dijo que entre los tres hay un "escenario de acuerdo y entendimiento" para el debate del marco presupuestario.

En rueda de prensa tras la cumbre, se preguntó a Zapatero si pediría ayuda a José María Aznar para recomponer la relación con Bush. El presidente dijo que se trataba de una pregunta "imaginativa" y afirmó que no causará "ninguna molestia" a su antecesor ni lo pondrá a "trabajar en ninguna dirección".