Un capo mafioso buscado por la policía italiana se presentó ayer en la cárcel romana de Rebbibia, tras haberse "arrepentido" de sus crímenes al escuchar en la televisión el discurso de Juan Pablo II en el Parlamento italiano. Benedetto Marciante, de 50 años, miembro de la Cosa Nostra y acusado de homicidio, así como de extorsión a empresarios en Palermo (Sicilia), se sintió "conmovido" por las palabras del Papa, en especial las referencias a la familia y a los valores cristianos, según explicó su abogado. El mafioso se encontraba en paradero desconocido desde el pasado mayo y sobre él pesaba una condena de 30 años de cárcel.