Durante su ofensiva en Gaza, Israel hizo un uso indebido del fósforo blanco. La ley internacional no prohíbe el uso de esta sustancia, que sirve para crear cortinas de humo, pero sí su empleo en zonas muy pobladas. Este tipo de munición produce quemaduras muy profundas y, a menudo, incurables. Al principio, Israel negó haberlo utilizado, pero acabó admitiéndolo.