Malasia envió hoy varios aviones militares de caza al enclave remoto ocupado por la milicia filipina del sultán de Joló, en la isla de Borneo, donde han muerto al menos 40 personas desde el pasado viernes, informaron medios locales.

Las fuerzas de seguridad continúan con las tareas de búsqueda de decenas de rebeldes filipinos que desembarcaron entre los pasados 9 y el 11 de febrero en la provincia malasia de Sabah, en Borneo, para reclamarla como parte del antiguo sultanato de Joló.

Ayer, el ministro de Defensa malasio, Zahid Hamidi, confirmó la muerte de 13 milicianos filipinos en el ataque aéreo y artillero lanzado el martes, tras vencer los ultimátum ofrecidos a los seguidores del sultán.

El ataque se produjo después de que 19 milicianos filipinos y 8 policías murieran el pasado fin de semana durante enfrentamientos librados en el distrito de Lahad Datu.

El Ejército malasio declaró que se habían producido cero bajas en sus filas en la ofensiva del martes, mientras que el sultán, Jamalul Kiram III, asegura que las bombas no afectaron a sus seguidores, quienes continúan ocultos en las selvas de Sabah.

"Están bien. Dicen que pudieron comer bien a pesar de ser perseguidos. ¿Pero qué pueden hacer sino luchar?", indicó Jamalul a los periodistas en Manila.

Nur Misuari, fundador del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN), uno de los mayores grupos musulmanes en el sur de Filipinas, se entrevistó el martes con el sultán para expresarle su apoyo y aseguró que un comando de sus hombres se encontraban listos para luchar en Sabah.

Amenazó con que la situación devendrá en un "caos total" si las autoridades malasias y filipinas no atienden a las reivindicaciones del sultán de Joló, quien vive en un barrio humilde de Manila.

Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió el fin de la violencia en Sabah e instó el diálogo entre todas las partes para encontrar una solución pacífica.

"El secretario general expresa su preocupación por el impacto que pueda tener la situación en la población civil, incluidos los inmigrantes. Insta a todas las partes a facilitar el envío de ayuda humanitaria", indicó su portavoz en un comunicado.

El Gobierno malasio y varias embajadas, incluidas las de Australia, Canadá, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos, desaconsejan a los turistas acercarse a la costa este de Sabah, donde se encuentran zonas de buceo importantes como Sipadan.

El sultán de Joló envió a sus seguidores a esta parte de Borneo tras entender que sus reivindicaciones sobre este territorio habían quedado fuera del acuerdo marco de paz alcanzado el pasado octubre entre el Gobierno filipino y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), la principal organización separatista de Filipinas.

El sultanato de Joló, establecido en el siglo XV, cedió Sabah a la Compañía Británica de Borneo Norte en 1878 y el territorio se incorporó a Malasia en 1963, contra los deseos del entonces sultán y el Gobierno filipino.

Desde entonces, las autoridades malasias pagan una suma simbólica a los descendientes del sultanato de Joló, que llegó a abarcar partes del sur de Filipinas y el noreste de Borneo y fue anexionado en 1917 por Filipinas, entonces bajo el dominio de Estados Unidos.

El sultán mantiene el título honorífico, aunque Joló (también Sulu) dejó de ser un sultanato para dividirse en varias provincias filipinas que hoy día forman parte de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán.