El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado que los desplazados malienses en el sur que huyeron de sus hogares con la toma del norte de Malí por parte de islamistas radicales en marzo de 2012 están esperanzados en volver a sus domicilios con el avance de las tropas franceses y africanas por el norte.

Sin embargo, el organismo ha precisado que aún hay malienses que huyen de su país para refugiarse en los estados vecinos al tiempo que ha denunciado que en algunas zonas, la población local ha atacado a miembros de los tuareg y otras minorías por su supuesto apoyo a los rebeldes.

ACNUR ha explicado en un comunicado que las empresas de transporte están recibiendo peticiones para que se pongan en marcha los autobuses con destino al norte, que no funcionan desde la caída del norte a manos de los rebeldes. Sin embargo, ante la interrupción de los servicios básicos, algunos se muestran cautos a la hora de volver.

El Alto Comisionado además ha citado a diferentes desplazados que temen que los caminos estén llenos de minas antipersona y artefactos que no hayan explotado y otras familias esperan a que sus hijos acaben el curso en el colegio para volver.

"Las condiciones de vida para los desplazados internos en el sur son precarias. Las familias carecen de medios para alquilar casas y duermen a la intemperie o debajo de porches", ha señalado la nota. "Particularmente los niños están padeciendo el frío de la noche, incrementándose las posibilidades de contraer gripes y enfermedades respiratorias ya que están expuestos al viento y las tormentas de arena", ha afirmado.

La mayor parte de los desplazados --al menos 50.000 en Bamako-- se han quejado de la falta de asistencia por parte del Gobierno maliense y la escasez de alimentos y dinero para comprarlos.

ACNUR también ha informado de que el flujo de refugiados ha seguido aumentado desde el inicio, hace dos semanas, de la intervención francesa. En este tiempo, en Burkina Faso han entrado 5.411 malienses, incluidos ya en los 43.629 refugiados en este país vecino.

La mayor parte de las personas que huyen del país han expresado su temor a los bombardeos aéreos para abandonar el país y los enfrentamientos entre grupos de hombres armados y etnias rivales. La agencia de la ONU está trasladando a los malienses que llegan a la frontera de Burkina Faso hacia zonas del interior más seguras.

En Mauritania, actualmente hay 64.805 refugiados, incluyendo 10.688 que llegaron desde la intervención militar en Malí. ACNUR ha explicado que el 90 por ciento de los nuevos refugiados son mujeres y niños. En total, hay 230.000 personas desplazadas dentro de Malí y más de 150.000 refugiados en Mauritania, Níger, Burkina Faso y Argelia.