El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, recriminó ayer a EEUU que no haya apoyado suficientemente a las fuerzas de seguridad de Irak en la lucha contra la insurgencia, y le pidió más y mejor armamento. Maliki añadió que nunca había visto tan "debilitado" a George Bush, a quien echó en cara que calificara de "venganza" la ejecución de Sadam.

En una entrevista que publicaron ayer tres diarios occidentales, Maliki aseguró que si EEUU hubiera armado y entrenado mejor a las fuerzas de seguridad de su país "habrían muerto muchos menos civiles iraquís y soldados estadounidenses". El primer ministro espera ahora un "mayor apoyo" de EEUU, ya que solo así se podrá reducir el número de tropas extranjeras. Bagdad considera insuficiente la partida militar para este año, unos 6.000 millones de dólares.

En la entrevista, Maliki asegura que la derrota electoral de los republicanos de hace dos meses ha dejado al Gobierno de Bush en "graves dificultades". En su opinión, los comentarios negativos del presidente sobre la manera en que fue ejecutado Sadam se debieron a que "cedió a presiones internas, o tal vez Bush ha perdido el control de la situación". Ayer, la Casa Blanca quitó hierro a las palabras de Maliki.

ATENTADOS Entretanto, la violencia sigue. El atentado más mortífero fue en el barrio de Dora, donde tres coches bomba estallaron en un mercado frecuentado por chiís. Hubo al menos 10 muertos y 30 heridos. Los otros tres vehículos bomba estallaron en una zona comercial del centro. Las autoridades informaron, además, de la muerte de un centenar de presuntos rebeldes en combates en Balaz Ruz.