La práctica de hacer novatadas a los reclutas está muy extendida en el Ejército ruso y ha sido denunciada por las ONG, pero el Estado Mayor niega su gravedad. En el 2005, 276 soldados se suicidaron, una cifra tres veces superior a la del año precedente, cuando se quitaron la vida 74 militares. Además, 16 soldados, entre reclutas o militares de profesión, perdieron la vida en novatadas, según cifras del Ministerio de Defensa ruso. Human Rights Watch denuncia que miles de soldados desertan cada año debido a estas prácticas.