José María Aznar se mostró ayer optimista acerca de la posibilidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU, tal como reclama Estados Unidos, consensúe una nueva resolución que comprometa a toda la comunidad internacional en la posguerra iraquí. Pese a los recelos expresados por Francia y Alemania, entre otros países, el presidente español juzgó "factible" que el Consejo acuerde "fortalecer el papel de la ONU en la estabilidad y la seguridad de Irak".

Antes de que se hiciera pública la convocatoria de la cumbre tripartita de Berlín, Aznar aprovechó su comparecencia en la Moncloa junto al presidente dominicano, Hipólito Mejía, para desvelar sus próximos contactos con Tony Blair, el domingo en su residencia de Chequers, y con George Bush, el martes en la sede de la ONU en Nueva York. Aunque ya le habían informado de la reunión auspiciada por el canciller Gerhard Schröder, se cuidó de comentarla ante los medios de comunicación.

Durante la conferencia de prensa, el presidente manifestó que no ve "necesidad" de aumentar el número de tropas españolas destacadas en Irak, cuyo mandato legal expira el 31 de diciembre. El presidente dominicano, que ha enviado 300 soldados a la zona, fue aún más claro: "Fue y es mi cuota y yo, tan pronto terminen, retiro mis tropas, pero no pienso incrementarlas".