Sudáfrica unida rindió ayer homenaje a Nelson Mandela, que será enterrado el 15 de diciembre en Qunu, a 700 km al sur de Johannesburgo, la localidad donde se crió y donde descansan los restos de tres de sus hijos. Los sudafricanos lloraban la pérdida de su primer presidente negro y las banderas ondeaban a media hasta en todo el país, que se paralizó en señal de duelo. Pero el adiós al héroe de la lucha contra el apartheid es también fue alegre y una celebración de su legado.

Su desaparición se vivió con especial emoción ayer en los alrededores de su casa, en el barrio acomodado de Houghton, en Johannesburgo, y en el antiguo gueto negro de Soweto, donde vivió entre 1946 y 1962. En el antiguo hogar de Mandela en Soweto, cientos de miembros y simpatizantes del Congreso Nacional Africano (CNA), el partido que lideró y que gobierna el país, cantaron y bailaron canciones contra el apartheid en varias lenguas.

Centenares de personas de todas las edades y colores llenaron las calles de Houghton, cantando el himno nacional y bailando. Frente al hogar de Mandela, flores y mensajes de reconocimiento lo despedían y una colorida pancarta indicaba: «Uniendo de nuevo a la nación».

«Hagámosle el regalo de una Sudáfrica unida», afirmó el exarzobispo anglicano de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, otra de las caras más populares de la lucha antiapartheid. Tutu trató de calmar los miedos de algunos sobre el posible resurgir de los fantasmas del pasado. «Sugerir que Sudáfrica puede volver a incendiarse es desacreditar a los sudafricanos y al legado de Madiba» (nombre de clan de Mandela), subrayó.

Muchos sudafricanos decían sentirse más unidos que nunca, pero otros temían nuevas divisiones entre las comunidades del país que unió Mandela. «Este debe ser un momento para unirnos como país, como consiguió hacerlo Mandela», señaló a la agencia Efe en Soweto Andy Coetzee, afrikáner (descendientes de los colonos centroeuropeos), activista cultural y empresario. En cambio, Sharon Qubeka, secretaria de administración, vaticinó que «el país va a ser más racista».

PARO Y CORRUPCIÓN

Sudáfrica, liderada por el presidente Jacob Zuma, está azotada por la pobreza, la delincuencia, el paro, la corrupción y las protestas por el descontento social.

Zuma anunció que el entierro de Mandela será el día 15 de diciembre, pero el 10 se celebrará un homenaje en el estadio de fútbol de Johannesburgo, escenario del Mundial de fútbol del 2010.Zuma llamó a los sudafricanos de todas las confesiones a rezar y reflexionar sobre la vida de Mandela, elogiado ayer por los líderes mundiales, que se espera que acudan en masa a los funerales. El presidente de EEUU, Barack Obama, ya confirmó que sí lo hará.