Las grandes corporaciones mediáticas --casi tan cuestionadas el domingo en las calles de Nueva York como la política bélica de George Bush y la agenda republicana-- pueden decir y mostrar lo que quieran; nada puede evitar que la manifestación convocada por United for Peace and Justice, que reunió a entre 300.000 y 400.000 personas, entre en la historia de la ciudad como una de las más efectivas y exitosas protestas contra una Administración. Probablemente ese éxito explica también que los republicanos estén intentando restarle importancia y desacreditarla.

Para demostrar lo inusual de una manifestación que reunió a más gente que ninguna otra celebrada en Nueva York en los últimos 22 años, basta recordar que incluso el responsable de la policía local, Raymond Kelly, ha felicitado a sus organizadores.

Los arrestos, alrededor de 200, fueron insignificantes si se comparan con los que se produjeron el viernes, cuando 264 personas fueron detenidas en una protesta de sólo 5.000 ciclistas. Aunque casi ningún gran medio de comunicación ha dejado de informar de un pequeño enfrentamiento entre un grupo de activistas y los republicanos que celebraban una fiesta en un restaurante de Central Park, esa crisis se produjo cuando ya había acabado la manifestación.

Aunque ninguna otra de las decenas de manifestaciones convocadas hasta el jueves promete contar con la participación de la del domingo, ésta ha marcado el tono para una ciudad básicamente demócrata. Además, ha hecho que la primera imagen que el mundo ve de la convención sea la de la oposición.

Para contrarrestar esa realidad, los republicanos han empezado a intentar desacreditar al partido rival identificándolo con las protestas. El presidente del Partido Republicano, Ed Gillespie, destacó ante la prensa la participación en una concentración a favor del aborto de Peggy Kerry, hermana del candidato demócrata, John Kerry.

Otros creen que el efecto de la masiva protesta es claramente dañino para los conservadores. "He estado en convenciones republicanas desde 1972 y no vi ninguna con tanta gente protestando en la calle", declaró David Gergen, que trabajó para varios presidentes.