Nueva York Por si el escándalo Foley no fuera suficiente para Washington, la Casa Blanca tuvo ayer que cargar con las manifestaciones contra la Administración del presidente George Bush, convocadas por la organización El mundo no puede esperar, en dos centenares de ciudades estadounidenses, entre ellas San Francisco, Chicago y Nueva York (en la foto, en el inicio de la marcha ante la iglesia de San Pedro). Anuncios a toda página en los diarios The New York Times y USA Today explicaron el objetivo de las marchas: "echar al régimen de Bush", con el respaldo de activistas contra la guerra de Irak, como el actor Sean Penn.