Manila Las fuerzas de seguridad de Filipinas aplastaron ayer un motín protagonizado por un grupo de militares atrincherados en un hotel de Makati, el distrito financiero de Manila, que exigían la dimisión de la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, a la que acusan de corrupción. Tras la rendición, fue impuesto el toque de queda. En la foto, un blindado tira la puerta del hotel.