Jugar para apoyar una huelga. Un colectivo francés de aficionados a los videojuegos ha tenido la idea de poner su pasión lúdica al servicio de los trabajadores en paro que protestan desde el 5 de diciembre contra la reforma de las pensiones. Los jugadores se relevan durante 24 horas varios días a la semana y las jornadas de manifestación, invitando a los internautas que les siguen a hacer un donativo para colaborar con los huelguistas. «Pararemos cuando ellos se paren», reza su eslogan.

Parte de su éxito se debe a la plataforma Twitch especializada en la difusión de vídeojuegos en directo, una herramienta eficaz para llegar a un gran número de usuarios y que les ha permitido alcanzar un bote de 143.000 euros. Solo entre el 6 y el 20 de diciembre lograron 110.000 euros a base de más de 200 horas de directo. «Acercamos la huelga a personas que puede que no estén al corriente», dicen.