El expresidente luso Mário Soares, que hoy falleció a los 92 años de edad, fue un firme defensor de la sinergia hispano-lusa y un convencido de la cooperación transfronteriza, con Extremadura como uno de los enlaces claves, en pro del desarrollo económico, social y cultural de ambos países.

Como histórico dirigente socialista, Soares siempre mantuvo una extraordinaria relación con los líderes del PSOE extremeño, como Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara, con los que también trató -como presidentes autonómicos- numerosos asuntos políticos y estratégicos.

Fueron innumerables las iniciativas que Soares impulsó y/o colaboró en materia de cooperación entre Portugal y España, a las que se añaden, en el caso de Extremadura, sus numerosas participaciones en debates y foros.

Mário Soares, presidente de Portugal entre 1986 y 1996, está considerado como una de las figuras políticas portuguesas más importantes de los últimos años por su decisiva participación en la transición a la democracia cuando la Revolución de los Claveles puso fin a la dictadura portuguesa (1926-1974).

Soares fue además primer ministro de Portugal en dos fases (1976-1978 y 1983-85) y presidente portugués en un periodo en el que se produjo la entrada del país en la Unión Europea.

"Adiós querido Mario Soares. No te olvidaremos", ha escrito esta tarde el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en su cuenta de twitter. "Desde Extremadura le enviamos a Portugal nuestro más sincero pésame por el fallecimiento de un gran portugués, ibérico y europeo", ha añadido Vara.

Su decidida apuesta por la UE y la cooperación transfronteriza fueron puestas encima de la mesa por Soares en incontables ocasiones.

A modo de ejemplo, y en el marco de la conferencia "España y Portugal en el contexto europeo y mundial", ofrecida en Badajoz (1999), afirmó: "geográficamente no hemos sido una sola Península Ibérica por culpa de los políticos, pero ahora, dentro de la UE, hemos de luchar juntos con lealtad y respeto".

"Las relaciones entre España y Portugal son buenas gracias a la Unión Europea", dijo Soares, quien recordó que España y Portugal son "aliados en la misma alianza militar, miembros de la UE y hermanos en Iberoamérica".

En octubre de 2000, el portugués fue el encargado de pronunciar la "laudatio" de su querido amigo Felipe González cuando éste recibió en el monasterio de Yuste (Cáceres) el premio Carlos V, galardón que impulsa la Academia Europea de Yuste, institución creada en 1992 por la Junta de Extremadura y que aglutina a personalidades de diversos campos de la política, la economía y la cultura que desean contribuir a la unidad de Europa.

Soares destacó la labor desarrollada por el ex presidente del Gobierno español para integrar a España en Europa, un proceso que requirió "mucha inteligencia, talento diplomático y un profundo estudio de los documentos de adhesión".

En 2003, y en esa defensa de la relación Portugal-España, el ex presidente de la República de Portugal participó en Badajoz en un ciclo de conferencias de la Fundación Caja Badajoz dedicada a esta temática de cooperación.

Licenciado en Ciencias Histórico-Filosóficas y en Derecho por la Universidad de Lisboa, Soares se mostró a favor del proyecto de Constitución Europea, pero defendió la necesidad de incorporar a los acuerdos económicos, "acuerdos políticos y sociales".

Un año después, en Lisboa, Soares elogió el trabajo realizado por la Junta de Extremadura para investigar las circunstancias en que se produjo el asesinato del general luso Humberto Delgado.

Ese mismo año (2003), en Cáceres, el expresidente de Portugal, con motivo de recibir el título de profesor de honor del Colegio Internacional San Jorge, abogó por defender valores como la paz, la libertad y la solidaridad, y se dirigió a los estudiantes del centro educativo para decirles que, en su paso por la universidad, trabajen por convertirse en buenos profesionales y en buenos ciudadanos para Europa, para España y para Extremadura.

Extremadura también ha sido sede en tres ocasiones de la Cumbre Ibérica, en concreto Alcántara y Trujillo (Cáceres) y Badajoz, una iniciativa que se inició en 1983 y que, desde 2004 y a propuesta de Extremadura, cuenta con la presencia de los presidentes de las comunidades fronterizas con Portugal: Galicia, Extremadura, Castilla y León y Andalucía.

En otro de sus viajes a Extremadura, Soares afirmó, en el marco de la séptima edición de "Agora. El Debate Peninsular", en Cáceres, que la Unión Europea no podía seguir rigiéndose por el tratado inicial y recalcó que era necesario que hubiera una verdadera unión política, social y para el libre mercado entre los países.

"Si no hacemos una Europa política y social, ésta no va a avanzar y habrá una gran desilusión para los europeos, ya que Europa perderá su poder de atracción", advirtió.

En ese mismo acto, el entonces presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, afirmó que España, y dentro de ella Extremadura, puede dar un paso más en la integración con Portugal mediante la creación de euromunicipios o eurociudades, similares a las conocidas eurorregiones como la del Alentejo.

Soares aplaudió cuando Ibarra lanzó el reto de "crear eurociudades", en relación con las ciudades extremeñas fronterizas con Portugal.

Con este mismo telón, en 2009 nació la eurorregión EUROACE, la agrupación integrada por las regiones de Alentejo y Centro (Portugal) y Extremadura.