Prohibido ejercer el periodismo durante 10 años. Esa ha sido la condena que la justicia marroquí ha impuesto al periodista independiente Alí Lmrabet como castigo por afirmar que los saharauis que viven en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) "no están secuestrados por el Frente Polisario". Lmrabet tiene otras 20 querellas pendientes por el mismo tema.

La sentencia fue dictada ayer por el Tribunal de Primera Instancia de Rabat al término del juicio por difamación contra Lmrabet por una querella de Ahmed Jeir, el portavoz de la organización promarroquí Asociación de Padres de los Saharauis Víctimas de la Represión en los Campos de Tinduf.

Jeir, cuya organización era muy poco conocida hasta este momento, presentó esta querella contra Lmrabet por las declaraciones que hizo el periodista a su vuelta de un viaje a los campamentos que el Frente Polisario tiene en Tinduf y en las que afirmaba que los saharauis que allí residen "no están secuestrados" y que "no tienen ningunas ganas de volver a Marruecos".

Lmrabet, que con este viaje se ha convertido en el primer periodista marroquí en visitar Tinduf, contradice con esas afirmaciones las tesis de la propaganda oficial marroquí. Para Rabat, los saharauis que viven en esos campamentos no son refugiados sino que "están secuestrados por el Polisario que les impide regresar a Marruecos".

El juicio ha sido inusualmente rápido, pues se llevó a cabo sólo 20 días después de que se presentara la demanda y el proceso duró apenas una semana.

Lmrabet, que ya estuvo 8 meses en prisión en el 2003 y que actualmente reside en Barcelona, anunció su decisión de apelar la sentencia. "Nunca en la historia de Marruecos se había condenado a un periodista con la prohibición de ejercer su profesión durante más de tres meses. Y a mí me condenan a 10 años". Lmrabet explica el fallo: "Es la decisión lógica de una justicia que está a las órdenes de la monarquía y que pretende impedir como sea que vuelva a publicar mis revistas".