El Gobierno italiano, dolido por la falta de solidaridad de la Unión Europea hacia los 20.000 inmigrantes tunecinos llegados a Italia, ha decidido favorecer indirectamente su huida hacia los países europeos. Un millar se fugó ayer, ante los agentes de policía, de uno de los campos de acogida y muchos de ellos, ayudados por los ciudadanos, se dirigieron a la estación ferroviaria de Taranto, en el sur, para subirse a los trenes que viajan hacia el norte.Varios ciudadanos les dieron comida y tabaco y, en algunos casos, incluso les acompañaron con sus coches hasta la estación. Los agentes de Milán, Roma, Bari y otras ciudades han detectado la presencia de muchos de ellos en las estaciones locales de trenes y solo en algunos casos los han retenido y enviado de nuevo a los campos de acogida.Paralelamente, los gobiernos autonómicos rompieron ayer la mesa de diálogo con el gobierno, afirmando que no quieren campamientos de inmigrantes. Las imágenes con las fugas de clandestinos de varios campos de acogida fueron retransmitidas durante esta pasada noche y repetidamente por varios canales de televisión y en ellas se podía apreciar que huían ante las narices de unos agentes de policía impasibles."Tsunami humano""Tenemos que convencer y obligar al gobierno de Túnez a aceptar que se los devolvamos", dijo ayer Roberto Maroni, ministro de Interior, que añadió: "Frente a la negación total de colaboración, Italia por sí sola actuará según el principio de solidaridad". Acto seguido explicó que el gobierno está estudiando dar a los inmigrantes un permiso temporal de residencia "para que puedan reunirse con sus familias en Francia y Alemania". Poco después, Silvio Berlusconi dijo, no se sabe si en serio o en broma, que Italia construirá "centros de acogida para los tunecinos al borde de las fronteras" con los demás países de Europa. "Está llegando a Italia un tsunami humano", añadió.Varios diarios italianos titulan este sábado sobre "la masiva huida de inmigrados" y el rechazo de Francia de aceptarlos. De hecho, en la frontera de Ventimiglia con el departamento de Niza, los gendarmes han sido reforzados y todos los que entran en el país son devueltos a Italia. Según París, es Roma quien debe hacerse cargo de ellos.22.000 fugados en LampedusaEste domingo, Berlusconi y Maroni viajarán a Túnez para convencer al gobierno de que no deje partir las barcas hacia la isla de Lampedusa, donde desde el pasado enero han llegado unos 22.000 fugados, que a estas horas están siendo trasladados hacia otras regiones de Italia. Entregarán al ejecutivo de Túnez 100 millones de euros para intensificar la vigilancia de las costas.Pero por ahora el problema está en las regiones italianas, ya que ninguna quiere a los recién llegados y las que los aceptan asisten después a su fuga masiva, que las autoridades no impiden. "No podemos obligarles a quedarse", dijo esta noche el titular de Interior. "El problema debe ser resuelto a nivel europeo", añadió Berlusconi, que ayer noche habló con el Presidente de la Comisión José Manuel Barroso, recibiendo su solidariedad y la promesa de hablar con los paises de la UE. "Tienen que ser repatriados a Túnez o repartidos entre los países europeos", subrayó Franco Frattini, ministro de Exteriores.