The Observer advierte de que continúan en libertad hasta dos docenas de células terroristas preparadas para atentar, pese al desmantelamiento esta semana de un supuesto complot para derribar una decena de aviones en pleno vuelo. Por su parte, los servicios de seguridad creen haber detenido al jefe de Al Qaeda en el Reino Unido en la redada antiterrorista del jueves, según publica hoy The Sunday Times.

The Observer asegura que la policía continúa a la caza de "dos docenas" de células terroristas que continúan en libertad y que podrían atentar en cualquier momento.

Fuentes de los servicios de inteligencia paquistanís citadas por ese periódico afirman que uno de los detenidos en relación con este nuevo complot había llamado ya la atención de la policía británica a raíz de los atentados terroristas de hace algo más de un año en la capital británica. Scotland Yard está a la busca de posibles relaciones entre los atentados suicidas del 7 de julio en Londres y la trama ahora desarticulada.

Un topo de la policía

El rotativo revela, por otro lado, que los servicios de información británicos utilizaron a un topo de la comunidad islámica de este país para descubrir el complot. Según fuentes paquistanís, el informante en cuestión permitió la detención en ese país de Rashid Rauf, empresario residente en Birmingham al que se atribuyen vínculos con la red de Al Qaeda en Afganistán.

Rauf es hermano de Tayib Rauf, detenido en Birmingham en relación con el supuesto complot. Fuentes paquistaníes afirman que este último fue ya interrogado en Gran Bretaña por la policía a raíz de los atentados de hace un año, algo que Scotland Yard no ha confirmado.

El líder de Al Qaeda en Londres

The Sunday Times asegura que uno de los detenidos en la redada del jueves es sospechoso no solo de ser el cerebro del frustrado complot sino también de otras potenciales masacres que no han llegado a ejecutarse.

Funcionarios de la sección antiterrorista del M15 (los servicios británicos de inteligencia) creen que el individuo en cuestión es el líder de Al Qareda en Gran Bretaña, y fue quien envió al cabecilla de otra trama previa a entrenarse a un campamento para terroristas de Pakistán.

Los agentes británicos le atribuyen el liderazgo de una red terrorista en la que están implicadas células de Cachemira, el Magreb y el Irak, todas las cuales operan en suelo británico.

La línea de investigación

Al mismo tiempo le vinculan a un segundo sospechoso que, según el citado periódico, "ha desempeñado un papel importante en la obtención de apoyo a la yihad iraquí" y a otro individuo que entró hace dos años en este país para apoyar a los radicales deseosos de viajar a Irak para participar en la guerra santa contra Occidente.

La directora general del MI5, Eliza Manningham-Buller, considera el interrogatorio del supuesto líder de Al Qaeda en Gran Bretaña y de sus socios como la línea de investigación más importante que siguen en este momento.