Más de 200 soldados franceses avanzan desde Camerún hacia la frontera con la República Centroafricana (RC), adonde entrarán una vez que el Consejo de Seguridad de la ONU autorice hoy la intervención en el país, informaron a Efe fuentes militares.

Las tropas francesas llegaron ayer a la ciudad costera de Duala, la mayor de Camerún, y se desplazaron desde esta misma noche por tierra hacia la capital, Yaundé.

El contingente arribó hace días a bordo del buque de asalto anfibio "Dixmude", con diversos medios logísticos como un centenar de vehículos de combates y helicópteros gacelas para una intervención rápida en Bangui, la capital centroafricana.

"Los militares están a la espera de instrucciones y de órdenes de las autoridades políticas para, eventualmente, intervenir en la RC", dijo a Efe el capitán Pierre De Briançon, al mando del barco.

Desde Yaundé, los soldados comenzaron a avanzar esta mañana hacia el este del país, donde se encuentra la frontera con la RC, que sufre una espiral de violencia protagonizada por facciones armadas enfrentadas.

"La operación ciertamente será más fácil que en Mali. Entraremos una vez la resolución sea votada y el presidente (François) Hollande dé la autorización. Todo está listo. Esperamos a que se aprieta el botón", dijo a Efe un alto cargo militar galo presente en Camerún.

El Consejo de Seguridad de la ONU votará hoy una resolución para autorizar un despliegue en la República Centroafricana de tropas africanas, apoyadas por militares franceses.

Los militares franceses llegados a Camerún serán responsables de la organización logística de las tropas, según las mismas fuentes.

Otros 800 soldados se desplegarán, una vez cuenten con la autorización de Naciones Unidas, para garantizar la seguridad de Bangui.

La crisis de la República Centroafricana comenzó cuando, el pasado 24 de marzo, la capital fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida de Bozizé, que se ha refugiado en Camerún.

La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país en diciembre de 2012 al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.

Sin embargo, estos rebeldes son de mayoría musulmana, frente a una población esencialmente católica, por lo que hay riesgo de que el conflicto se transforme en una oposición religiosa.

En las últimas semanas se han registrado enfrentamientos entre partidarios de Séleka y milicias cristianas de autodefensa conocidas como los "Anti-Bakala" (antimachete en sango, la lengua nacional), que han atacado a civiles musulmanes, confesión de los rebeldes de Séléka, pero minoritaria en el país.